DE.. 3 a 4 AÑOS.........
"¿Y por qué se pierden en el bosque? ¿Por qué se comió el pastel? ¿Por qué su mamá se enfada con él?"… Nuestros hijos comienzan a ser exigentes con los cuentos, con nuestros argumentos y explicaciones. Quieren comprender y no perderse nada. Tendremos que proporcionar a nuestro hijo historias sencillas, afectivas y de acción lineal, que no sean complejas ni excesivamente largas.Las primeras historias que contaremos son aquellas en las que aparecen elementos que a nuestro hijo le son familiares y que encuentra en su vida habitualmente: nosotros, el perro, el gato, la hormiga, etc. Le interesan los relatos formados por episodios similares a los de su vida cotidiana: levantarse, desayunar, lavarse los dientes, etc.
Los cuentos de animales les fascinan. Estos personajes pueden estar humanizados o no y ser los protagonistas de narraciones reales o ficticias. De todas formas, les encantarán.Las repeticiones rimadas son ideales porque la capacidad de imitación a esta edad es extraordinario. El pequeño aprende las rimas y es capaz de repetirlas imitando incluso la voz y los gestos de quien se las enseña. De hecho, a estas edades, nuestro hijo está aprendiendo a expresar con palabras muchas de las realidades que hasta ahora no podía ni siquiera nombrar. En ocasiones lo hace arriesgándose porque su conocimiento de la lengua todavía es limitado ("se ha rompido"), en otras lo hace como parte de un juego en el que resulta gracioso pronunciar cosas que no tienen mucho sentido para los adultos que las oímos ("malulo, malulo"). Aquellos cuentos que tengan juegos de palabras, aunque sólo sea en el nombre de los personajes o lugares que aparecen en la historia, les parecerán muy divertidos.
Repitiendo rimas y nombres formados a partir de juegos de palabras perfeccionará su pronunciación.Además de los cuentos, le fascinará escuchar nuestra versión sobre alguna historia real protagonizada por él mismo en su infancia o por algún miembro de su familia. Contémosle qué sucedió aquel día que tiró el chupete a la basura o cuando su hermano se cayó a un charco lleno de barro… ¡La atención está asegurada!Elena Fortún en su libro Pues señor... nos recomienda, para estas edades, cuentos como La ratita presumida o Los tres osos.A continuación te sugerimos una serie de colecciones de cuentos adecuadas para estas edades:
Colección Ventanas Mágicas (editorial S.M.). Cuentos con sorpresa, tu hijo se divertirá mucho abriendo las ventanas del libro.
Colección Teo observa y se divierte (editorial Timun Mas). Cuentos en los que el famoso personaje de Teo descubre el mundo y con los que tu hijo desarrolla la observación.
Colección Las nuevas historias de la bruja aburrida (editorial Salvat). Cuentos con ilustraciones muy atractivas de las historias de las tres gemelas.
Cuentos con estructura repetitiva: cada repetición hace que el cuento sea más familiar y reduce en nuestro hijo el esfuerzo de atención. La repetición, además, le estimula intelectualmente para seguir sin perderse un encadenamiento de aventuras. Por ejemplo: Rizos de Oro, Cuentos de animales.
Cuentos con elementos familiares: a los niños les cuesta prestar atención durante mucho rato, por eso prefieren una historia que ya conocen antes que un cuento nuevo. Para crear un mundo nuevo la imaginación debe partir de material viejo.
Cuentos de acción rápida: cuanto más rápido se suceden los acontecimientos de la historia más atención nos prestará nuestro hijo al explicarle el cuento.
No te desanimes si al principio tu hijo se distrae. Empezará a prestar atención a medida que vaya comprendiendo e interesándose por la trama y las aventuras de los personajes.Arthur Rowshan en su libro Cómo contar cuentos realiza una clasificación por edades que también puede ayudarte a escoger los cuentos más adecuados para tu hijo.Colecciones que proponen cuentos muy amenos son:
Colección Piratas Barco de Vapor (editorial S.M.)
Colección Pan con chocolate (editorial Teide)
Colección Cuentos de la media luna (editorial Algaida)
Colección Cuentos clásicos (editorial Algaida)
Los cuentos son una herramienta lúdica y didáctica, aunque su propósito no es sustituir los métodos que utilizamos los padres para educar a nuestros hijos. El cuento complementa la educación del niño de manera creativa y es, además, una forma eficaz y divertida de transmitir mensajes y de fortalecer el vínculo con tu hijo. A través de los relatos, los niños practican habilidades como escuchar, visualizar y fantasear.
No debemos caer en el error de explicarle porqué le contamos ese cuento y cuál es la conclusión que debe sacar. Dejemos simplemente que interprete el mensaje por sí mismo.
En esta sección te ofrecemos cuentos aplicables a cada situación. Si quieres, puedes colaborar con nosotros enviándonos los cuentos que te han ayudado y con los que tu hijo ha aprendido algo.